Comida y salud mental ¿Qué hacer?
No se trata de dejar de comprar chocolates masivos. Se trata de ser consciente de lo que hay detrás de estas decisiones. Sigo comprando KitKats, Krankys y más pero en menor cantidad y en consciencia. |
Hasta hace un par de años, yo veía las barras de chocolate orgánico y pensaba que nunca las iba a comprar. Simplemente no me sentía “el” tipo de persona que compraba ese tipo de productos o marcas. Los KitKat, Ferrero y Krankies me funcionaban perfecto porque yo solamente quería comer chocolate. Luego, conocí a Rodrigo, un chocolatero en Oaxaca y me explico TODO. Cuando compro esos chocolates en realidad no estoy consumiendo chocolate; estoy llevando a mi cuerpo una mezcla de azúcares, grasas y alimentos procesados que sí, saben riquísimo y sí, son súper accesibles pero no le hacen nada bien a mi cuerpo, ni mente. Un chocolate orgánico es todo lo contrario: Su cafeína me ayuda para concentrarme y tener boost de energía sin la ansiedad que me da el café. Sus antioxidantes le sirven a mi piel como agentes antienvejecimiento. Sus micronutrientes (como el magnesio) me ayudan a construir músculo y dormir mejor. Su fibra me ayuda a estabilizar niveles de azúcar y mi peso. Un chocolate no es solamente un chocolate. Un detergente no es solamente un detergente. Es momento de agregar nuevos niveles de consciencia a las compras que hacemos todos los días. Nuestro cuerpo y mente lo agradecerán. José Carlos Ferrer PD. Mañana es un gran día para Desplastifícate porque lanzaremos una nueva línea de productos que resumen muchos de estos aprendizajes y que han cambiado mi vida.
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